martes, 31 de marzo de 2009

Gracias y Perdón




  • Gracias por la DEMOCRACIA
  • Gracias por el Juicio a las Juntas
  • Gracias por evitar una guerra con Chile
  • Gracias por el ejemplo

  • ...y perdón, por haber tomado un desvío, andar los peores caminos y estar donde estamos.

Que en paz descanse el 1er -y por ahora único- prohombre de la historia moderna de la Argentina. Perdimos al hombre, ganamos un prócer.

lunes, 30 de marzo de 2009

Sensación de dengue

El dengue y la vinchuca son clásicas plagas de nuestra desidia argentina. El Dengue y la Vinchuca se comen el país. No es casual. Ambas plagas son un clásico de nuestra desidia. Sea en lo social o en lo ambiental, la pareja hace estragos. Basta que una esperanza de bonanza alegre el ego público para que de sopetón irrumpan ellos, y a cantarle a Gardel.

No bien se intenta redondear un amago de futuro surge del magma de la argentinidad un líder votable y tiempo después, indeseable. El fenómeno se da con frecuencia mortal. Promete en el Congreso liquidar todas las plagas y los bichos y ya en el sillón pone freno de mano y se cree Napoleón.

Si hay una comunidad en Babia en el mundo, es la nuestra. Lleva 200 años (con una previa de otros 200) sin darse un objetivo ni fijarse un perfil. Solo se distingue por ser distinta. La más “distinta” del mundo. No se sabe bien de qué. A los turistas les place y mucho “eso distinto” que encuentran aquí. A nosotros nos embola. No nos deja salir de la infancia social. Es un tira y afloja letal. Basta que alguien proyecte para que otro desproyecte. Siempre fue así.

“Lo de los gringos no nos sirve. Ellos pueden hacerlo porque tienen 15 puertos de mar. Nosotros sólo uno.” Así le carteó el Restaurador (sic) de las Leyes (sic) al Facundo riojano cuando Quiroga le proponía copiar el modelo federal del norte. No era un pánfilo político ni tampoco un Tigre a secas: vestía calzoncillos (y otras priendas de seda) traídas de París. Y leía bastante, como también Rosas. Hábito que no consta en los curriculums de Menem ni de Kirchner.

Más allá de esta anécdota curiosa la (pre) república del Dengue y la Vinchuca siempre fue lo que hoy es. Ademán. Palo en la rueda. Truco. “Hay que dejar todo como estaba” es la más socorrida chicana del “deshacer” nacional. Por eso argentinidad y mismidad son sinónimos. Nunca somos más argentinos que cuando rezamos ante otro argentino (varias veces al día) nuestra oración madre: “Siempre pasa lo mismo”.

La Constitución será bella, pero pertenece a otro país. Alberdi debió arrancar con versículo de fierro que precediera a todos sus artículos diciendo: “Nos, etc., etc., disponemos y decidimos de ahora en más, dejar de ser los mismos” De haberlo incluído, y cumplirse, no serían hoy Dengue y Vinchuca nuestras símbolos patrios. No seguiríamos siendo (como tan nítido resalta en este ácido, torpe 2009) los tontos mayores del planeta. Ni vamos “a las cosas” (como nos aconsejó Ortega) ni a nosotros, ni a nada. Lo prueba esta semana ríspida, de mal olor, de angustia y desvarío.

Se agudiza la porfía del País Central encastillado en Buenos Aires y el País Lateral encrespado en el campo. Dos mitades de país “unidas” por la espalda. Un esperpento social acosado por Dengues y Vinchucas de variadas especies. De insectos que encuentran en la miseria su caldo de cultivo. Y de humanos que cultivan la miseria como estrategia de poder.

El pingüino que brotó de un hongo peronista y se aclimató en Buenos Aires se recluyó en el pico del Obelisco y desde los 4 ventanucos vigila al país que él dio vuelta como una media. En esa punta incómoda se mantiene ofuscado y gritón. Teme lo quieran bajar. Menem, la Ferrari. Kirchner, el Obelisco. Son así.


Fuente: Esteban Peicovich - Perfil.com

sábado, 28 de marzo de 2009

OnLive: ¿El fin de las consolas para jugar?



Es un nuevo sistema de distribución y plataforma de juegos para PC / Mac que podría cambiarlo todo. Pensado por el fundador de WebTV, Steve Perlman, y el CEO de Eidos Interactive, Mike McGarvey, parece contar con el potencial para revolucionar el mercado y traer las soluciones que, hasta ahora, apenas se insinuaban. Pero, como toda revolución, alguna cabeza debe rodar.

Con OnLive no necesitaremos tener una PC poderosa para jugar, por ejemplo, Crysis (y, si se extiende la idea al reino de las consolas, tampoco una PS3 para echarle el guante a un Killzone 2), ni cualquier otro juego presente o futuro, por más tecnología que requiera. De hecho, no necesitaríamos tener ni siquiera una computadora, ni mucho menos instalar nada. De igual manera sería para los jugadores de Mac (y sospechamos algo similar funcionando, incluso, para los celulares y otro móviles del futuro). El secreto de OnLive es tan inusual como lógico: al jugar enviamos por la red de Internet solamente los datos de los movimientos y acciones del juego que sea, estos se "procesan" en los data centers de OnLive, y recibimos de regreso una imagen que muestra lo que pasó. Este proceso se repite un fotograma tras otro, sesenta veces por segundo, creando, efectivamente, un video en streaming.

El jugador tendría la sensación de que el juego está ejecutándose en su máquina, aunque en realidad esté viendo un video interactivo. Así, bastará con conectar nuestras PC (Windows XP, Vista, Mac OS) o el dispositivo especial de OnLive –llamado “MicroConsole”– a la red de Internet de banda ancha, luego llevar la salida de video a un televisor o monitor. Habrá un gamepad también especial, inalámbrico (se pueden conectar hasta cuatro en la MicroConsole), aunque, de hecho, cualquier gamepad inalámbrico funcionará (por ejemplo, el de Xbox 360), lo mismo que mouse y teclados USB. El sistema tendrá soporte de voz.



Difícilmente
OnLive podría ser amistoso con los jugadores de esta parte del mundo; no al menos hasta dentro de un lustro o algo así, cuando tengamos conexiones a Internet más rápidas y estables.

El precio de OnLive no será anunciado hasta cerca de fin de año, fecha de lanzamiento del sistema, pero se estima que esté en torno al costo de una Wii. Además, cobrará una mensualidad por utilizar el servicio, y por supuesto venderá los juegos (en este caso, el derecho a jugarlos). También se podrán rentar y probar demos. El sistema es atractivo para las compañías, que podrán lanzar sus juegos en Beta para ver la reacción de los jugadores antes de terminar el desarrollo.

En teoría, para jugar en resolución estándar necesitaríamos una conexión de 1.5 Mbps, y, para jugar en alta definición (720p), una de 5 Mbps. Para Latinoamérica, duplicar esas velocidades podría conseguir la magia; por tanto, es de imaginar que en el futuro sí podremos acceder a OnLive, cosa que por ahora ni siquiera fue anunciada. Mientras tanto, será un sistema exclusivo de los Estados Unidos, aunque también allí se oyen voces de crítica, pues muchos navegantes tienen una cantidad limitada de transferencia por mes.

OnLive presenta también varias posibilidades muy interesantes. Estará guardando siempre los últimos 15 segundos de juego de cada jugador, para exhibirlo en su perfil y alentar actividades comunitarias. Tendrá, desde luego, un completo sistema de puntajes y desempeño, áreas de juego por coincidencias de habilidad (Matchmaking) y más. Por si fuera poco, podríamos estar como espectadores en cualquier juego, aunque no lo "tengamos".


Veamos cómo puede cambiar OnLive el paradigma actual de los videojuegos:
  • Dará un fin sustancial a la piratería, ya que los juegos residirán en los data centers de OnLive.
  • El jugador no se preocupará más de actualizar el hardware de su computadora, (¿ni de comprar consolas?), ya que esto será responsabilidad de OnLive, que actualizará su granja de hardware aproximadamente cada seis meses.
  • Para jugar como mínimo necesitaremos el dispositivo de conexión especial de OnLive, alguno o algunos gamepads, y un televisor: o bien bastará con una PC o Mac y la descarga de un plug-in para el browser de 1.5 MB.
  • La existencia de un sistema así hace caer la mera idea de "generaciones" de consolas (actualmente, vamos por la séptima generación).
  • Los desarrolladores podrán crear juegos específicamente para OnLive.
  • Cualquier juego de PC ya existente puede funcionar en OnLive con unos retoques mínimos.
  • Se terminará el negocio tradicional de venta de juegos en cajas: OnLive es un sistema de distribución que retribuye más dinero a las compañías desarrolladoras, al desaparecer los intermediarios.
  • Estos intermediarios se resistirán, naturalmente, al cambio; empresas como Gamestop y las distribuidoras de todo el mundo serán obsoletas.
  • Se terminará asimismo el negocio de venta de juegos usados, que trae más de un dolor de cabeza a las compañías.
  • No habrá necesidad de producir demos (aunque en principio las habrá), pues los jugadores podrían probar durante un tiempo el juego completo antes de comprarlo; además, al poder presenciar cualquier juego como espectadores, estaríamos ante un fenomenal recurso publicitario libre de costos para los desarrolladores.
  • OnLive terminará con las "exclusividades" de las consolas y las PC, ya que podremos jugar a cualquier juego sin importar qué sistema requiere.
  • Los fabricantes de hardware estarán medianamente tranquilos... mientras OnLive no tenga un éxito demasiado grande, pues dejarían de vender piezas de hardware para juegos al no haber interesados en actualizar.
  • Sony, Microsoft y Nintendo tendrán por primera vez un nuevo competidor, y uno muy importante. El atractivo de esta plataforma hará que las compañías no quieran perderse la oportunidad de vender allí sus juegos, y los jugadores podrían preferir OnLive como el mejor de los mundos.
  • OnLive no será el único sistema de esta clase, indudablemente y, sobre todo, si es exitoso, surgirán imitadores que complicarán aún más el negocio tradicional de venta de videojuegos; de hecho, Acclaim pronto estaría anunciando un sistema parecido; tampoco no olvidemos el gran éxito de Steam.

Fuente: Irrompibles.com





Y pensar que antes pisaban pollitos en el escenario...

Lo que le falta al genoma kirchnerista

Néstor Kirchner no concibe la política sin una epopeya ni una campaña electoral sin un enemigo. Ese enemigo no puede ser, como en países evolucionados y dentro de sistemas políticos maduros, simplemente la recesión, la crisis, el desempleo u otros temas de fondo. Nada de "cuestiones abstractas": Kirchner necesita crear un enemigo gigantesco y corpóreo para derrotarlo. E incluso, si la suerte le es adversa, que le permita caer de un modo majestuoso, haciendo uso del glamour setentista del fracaso: "Perdimos porque éramos los mejores y porque luchábamos contra los malos". Volveremos, volveremos.

Los primeros pasos de esta carrera hacia las urnas van mostrando que Kirchner ha elegido al campo como el monstruo por destruir. Denunciará una y otra vez a la "oligarquía vacuna" y sus aliados, los "grandes medios de comunicación". Lo hará desde la tribuna, a los gritos, haciendo uso de un maniqueísmo de manual. De este modo, Kirchner crea una falsa mística: "No estamos luchando contra Carrió, Macri, Duhalde o Reutemann; estamos luchando contra la oligarquía y sus aliados mediáticos".

Este tipo de argumentación le facilita difundir un mensaje según el cual la sociedad no le está aplicando un voto castigo al gobierno de su esposa por su mandato gris, sino por "intereses personales y espurios" de los malvados de siempre.

Ser derrotados por los dirigentes de la oposición, claro está, sería poco glamoroso. Quedaría en evidencia que la sociedad ha castigado a los Kirchner por haber sembrado odios y por haber combinado irritantes gestos de superioridad moral con prácticas escandalosas, soberbia personal con camelos ideológicos, ejercicio impiadoso y discrecional del poder con manipulación de estadísticas y organismos de control, desprecio por las formas republicanas y combate a la prensa independiente con un manejo amateur de la economía y una conducción errática de la política exterior.

Perder "contra la oligarquía vacuna y la oposición de los medios" les evita discutir lo que hicieron y lo que harán en concreto con dos temas que los pequeños burgueses de izquierda desprecian por ser "temas de la derecha, de la clase media y de los ricos": la inflación y la inseguridad.

Estos intelectuales oficialistas, que sólo han visto pobres en las películas sobre marginales que filman los cineastas fashion de Palermo y Las Cañitas, ignoran que esos dos flagelos pegan mucho más abajo que en el medio o arriba. La inflación lastima las billeteras de todos, pero destruye los bolsillos del proletariado. La inseguridad mete miedo a los que más tienen, pero aterra y rapiña a los que menos pueden defenderse.

No dará cuenta el Gobierno, durante esta campaña, de las políticas antiinflacionarias y los planes serios para combatir el desempleo y el delito, preocupaciones reales de los argentinos. Tampoco dará lugar a una idea nacida, paradójicamente, del conflicto que Kirchner generó con el campo y de la espectacular llegada de la crisis económica global: la sociedad argentina siente hoy que el país puede salir adelante vendiéndoles alimentos a todos. El peronismo fue esencialmente industrialista, y el agro les dio un cachetazo político a Néstor y a Cristina. Pero la única verdad es la realidad: la agroindustria le permite a la Argentina soñar con un lugar en el mundo.

En vez de abrazarse a esa idea y dejar de cavar el pozo en el que están metidos, los Kirchner han decidido redoblar la apuesta y colocar al agro como lo que ya no es: una aristocracia rancia y golpista. Si pierden, los kirchneristas dirán que la oligarquía y sus voceros les cortaron las piernas. E incluso pensarán -aunque sea, hipotéticamente- en revolearle el Gobierno por la cabeza al vicepresidente de la Nación o a cualquiera, como insinuó el propio Kirchner al día siguiente de la votación "no positiva" de la 125 en el Senado de la Nación. "Si no tengo el poder, ¿para qué quiero el Gobierno? Ya vas a ver cómo nos van a venir a buscar..."

El inefable matrimonio no tiene idea de cómo se dialoga sin ejercer presión ni de cómo se gobierna sin mayorías parlamentarias y sin superpoderes. Son más "revolucionarios" que demócratas y republicanos: prefieren el relato del payador perseguido a la "mediocridad de la partidocracia". El problema es que para ser un estadista hay que tener el coraje del conquistador, pero, fundamentalmente, la templanza del gobernante. Luego de la espectacularidad de la conquista, viene la democracia gris, que exige mucha paciencia y tesón, y no tanta palabrería y fuegos artificiales. Saber perder y tener apego por la alternancia institucional. Ninguna de estas virtudes componen el genoma kirchnerista.

Es por todo eso por lo que el piquetero Emilio Pérsico -quien, junto con Luis D´Elía, acostumbra decir en público lo que el matrimonio habla en privado- reveló en las últimas horas: "Si perdemos, entregaremos el Gobierno, y que [Julio] Cobos se haga cargo". Después fue desmentido y él mismo reculó, pero nadie creyó honradamente que ese pensamiento haya provenido de su febril imaginación, dado que el "todo o nada" se ha convertido en la tónica del momento. No hay ánimo de leer y acatar el mensaje de las urnas, ni de trabajar humildemente para los votantes. "Nos volteó la oligarquía". Volveremos, volveremos.

Las elecciones legislativas suelen ser muestreos del estado de ánimo de la población. El estado de ánimo se ve en las encuestas, se percibe en la calle y se intuye incluso en gestos aparentemente frívolos, como los que resplandecen en la televisión abierta, donde se palpa que la complacencia con la pareja presidencial ha ido mermando y donde figuras populares, de habitual olfato, han empezado a oler la sangre: regresarán las imitaciones políticas y la sátira dura y diaria del matrimonio a la televisión argentina, a pesar de las presiones que los agentes oficiales ejercieron exitosamente durante estos cinco años.

Lo que nadie sabe, lo difícil de mensurar, es qué ocurrirá en el conurbano bonaerense, donde los barones del peronismo hacen equilibrio para tratar de no quedar desairados, sea cual fuere el resultado final. Son los que definirán la pelea. Sin embargo, aunque se pueden hacer análisis superestructurales sobre los partidos políticos y sacar cuentas, en elecciones legislativas vale más que nada ese estado de ánimo de la gente. Me refiero a la infantería electoral, al ciudadano común, al hombre de a pie. Hay hombres que, en determinadas coyunturas históricas, votan a Nosferatu y al Hombre Lobo con tal de castigar a los que gobiernan. Y más en épocas de crisis económicas, en las que los oficialismos pagan, tengan o no la culpa. No sucede lo mismo, por supuesto, en elecciones presidenciales, cuando hay que elegir quién comandará nuestros destinos.

Por eso, Kirchner habla de plebiscitar el gobierno de su esposa. Y también por eso lleva todo al borde del abismo. Para utilizar el viejísimo truco de "nosotros o el caos". El problema de esa estrategia es que ya la sociedad reescribe la fórmula. Es el propio Kirchner el que provoca el caos, se dicen. No hay riesgo si se le ponen límites al piloto en medio de la tormenta, porque es precisamente el piloto quien más ha hecho para que las olas del tifón nos estén llegando hasta el cuello.


Fuente: Jorge Fernández Díaz - La Nación

miércoles, 25 de marzo de 2009

Tata Nano Mata Tortuga

Cada año, entre 200 y 500 mil tortugas marinas nacen y se alimentan en las playas de Gahirmatha, al este de la India. Esto es a sólo 12 kilómetros de Dhamra, donde la gigante Tata está construyendo un enorme puerto desde el que pretende exportar gran parte de su producción.

Tata, la corporación más grande de India, es un conglomerado económico que crece día a día. La empresa ya ha desarrollado algunas operaciones en Argentina, y piensa aumentarlas en un futuro inmediato. Pero este mes, Tata es noticia mundial al lanzar al mercado el auto más barato del mundo: el Nano, que costará aproximadamente 2.500 dólares.

El espectáculo en las desoladas playas de Gahirmatha es impactante. Cada primavera, de entre las olas, van apareciendo no una, ni unas pocas, sino cientos de tortugas marinas hembras, que se abren paso lenta y pesadamente, con sus vientres repletos, para desovar sobre estas playas tranquilas. Luego de haber pasado meses lejos de la costa, el porqué de esta elección que repiten año a año es aún un misterio. Cada año las playas de Gahirmatha son la primera imagen del mundo que ven sus crías. Pero este año su supervivencia está amenazada. La playa está en peligro de quedar cubierta por el agua debido al dragado necesario para la construcción del puerto de Tata.

A pesar de las presentaciones de conservacionistas y comunidades pesqueras, más de 200 científicos (25 de ellos del grupo de especialistas en tortugas marinas de la Unión Mundial para la Naturaleza), y más de 100 mil de sus propios clientes, TATA todavía no ha suspendido la construcción, y específicamente el dragado, en el puerto de Dhamra en Orissa, India, lo que podría generar efectos irreversibles en el equilibrio ecológico del área y donde las tortugas marinas anidan, cerca de las playas de Gahirmatha.

A pesar que Tata ha expresado su acuerdo para un estudio en el área, igualmente ha rechazado suspender el dragado durante este tiempo. La suspensión de sus obras es indispensable para que se pueda hacer un estudio.

Como estamos en el medio de la temporada de anidamiento y alimentación, es crucial que el dragado se suspenda inmediatamente, dependiendo de un estudio exhaustivo e independiente sobre las amenazas ambientales del puerto. Ese estudio debe determinar el futuro del puerto.


Fuentes: Greenpeace Argentina - Minutouno.com

Para colaborar con la campaña podés firmar el petitorio aquí.





El paro docente, otra expresión de la Argentina sin ideas

La dinámica reclamo salarial-paro que tiene atrapados a los gremios docentes –y a millones de estudiantes sin clases-, parece una expresión más de un país incapaz de encontrar soluciones imaginativas a sus conflictos. El temor por abordar un tema políticamente incorrecto lleva a los gobernantes a eludir un debate serio sobre el estado de la educación pública, sus falencias y las posibles vías de cambio.


La decadencia argentina podría ubicarse antes que nada en el plano de las ideas. La sociedad y la clase dirigente parece incapaz de formular soluciones imaginativas que generen salidas a los conflictos.

Así como el conflicto del campo y el gobierno se asemeja cada vez más a las dos quijadas de una mandíbula dispuesta a triturar las nueces o maníes que se crucen en su camino –o sea el resto de la sociedad-, la misma lógica destructiva parece replicarse en la sucesivas olas de paros docentes que se reiteran con epicentro mediático en la provincia de Buenos Aires y Capital Federal, pero que en rigor afectan a gran parte del país –en Río negro hace un mes que no hay clases-.

Es muy políticamente incorrecto criticar el reclamo de los docentes, pero los países que evolucionan en gran medida son aquellos que se atreven a abordar las discusiones incómodas. Es bastante obvio que el gremio docente hace años que se debe una revisión a fondo que los saque de la encerrona de la dinámica reclamo salarial-paro, que monopoliza su agenda pública.

Al igual que sucede con otros gremios poderosos –los municipales porteños, por ejemplo-, los docentes exhiben el agotamiento de un accionar político-sindical que los expone ante la sociedad como un sector quejoso y egoísta, que espera el inicio de clases para parar las escuelas y sacarle la mayor tajada posible a los exhaustos presupuestos públicos.

La provincia de Buenos Aires empezó el año con un déficit proyectado de 7.000 millones y creciendo. En este marco el frente docente bonaerense acaba de rechazar un aumento de alrededor del 10 por ciento, que si se suma a los otorgados en el último año –desde diciembre de 2007- alcanza una franja que va del 53 al 63 % de incremento salarial. No parece poco.

Los docentes bonaerenses se quejan que los aumentos no van al básico y son sumas “en negro”. Bueno, muy bien, bienvenidos a la Argentina. Lo que sufren es apenas una muestra de la realidad que afecta a millones de argentinos que cobran en negro, pese a las ridículas publicidades del Ministerio de Trabajo, como si la informalidad laboral se combatiera con spots y no con inspectores ¿Qué si lo hace el Estado es peor? Si, es peor.

En la provincia de Buenos Aires hay 290 mil docentes y que se sepa ninguno sufrió el trauma de un despido en toda su carrera. Hecho habitual en cualquier otra actividad, y que ahora particularmente golpea a numerosos sectores como el automotriz, construcción, metalmecánico, frigorífico, etc, etc.

De eso no se habla

Incluso, hay cuestiones estructurales que un gremio docente que se reinvente podría abordar y que está totalmente fuera de su discurso público. La provincia de Buenos Aires gasta 17.406 millones por año educación, un 35 % del presupuesto total. De esa cifra, el 96 % se destina a salarios ¿Están el gremio docente, los funcionarios, utilizando esos fondos para asegurar una educación de calidad a los chicos que los prepare para un mundo que no da ventajas?

En cualquier trabajo el que más sabe, el que mejor rinde, el más talentoso, tarde o temprano termina creciendo ¿Es así en el gremio docente? ¿Porqué parece que estuviera prohibido hablar de capacitación, de la realidad de las horas que los maestros pasan frente al curso, de las famosas licencias, de la justicia en general de las retribuciones? Y en la ausencia de este debate también hay una profunda complicidad del gobierno de Daniel Scioli que entra en el juego de la discusión salarial y elude el conflicto y el riesgo de un cambio real.

Mientras el resto de la sociedad debe someterse a los duros parámetros del mercado laboral que se encamina a una nueva suba de la desocupación, los docentes le acaban de rechazar al gobierno bonaerense un aumento que demandará al presupuesto 750 millones extra. Quieren que Scioli se estire y gaste 1200 millones. Saben que no los tiene, que enfrenta un déficit de más de 7.000 millones –antes de ese aumento-, pero no importa.

Roberto Baradel afirmó en diálogo con este periodista: “Ahora Scioli va a tener 1.400 millones de las retenciones”. Muy bien, aquí va otra pregunta horrible: ¿Esta bien que en una provincia con inmensos atrasos en materia de infraestructura, con millones de habitantes sin cloacas, sin agua corriente, con una policía con los chalecos antibalas vencidos, con armas que no funcionan, se destine esa suma a seguir mejorando el sueldo de los docentes?

Un maestro de secundario bonaerense, según las cifras oficiales, con 10 años de antigüedad por jornada completa –es decir unas 8 horas de clase-, ganaría con el aumento que acaban de rechazar $ 5.996 en la mano. Un maestro primario $ 3.600 ¿Es poco? Claro que si. Igual que lo que ganan millones de trabajadores en esta Argentina devaluada y sin rumbo claro. ¿Es el paro la solución?

¿No habrá llegado el momento de abordar las discusiones difíciles? ¿No habría que aprovechar la crisis para reformar sistemas que responden a la realidad de un país que no existe más? ¿Porqué el cambio siempre tiene que llegar tarde y mal, impuesto por los sectores mas neoliberales cuando la crisis ya estalló? ¿Qué tiene que ver con el progresismo, aferrarse a un status quo que está demoliendo la educación pública a fuerza de quitarle días de clases a los chicos?

Es inimaginable una recuperación de la educación que brinda el Estado sin la participación activa de los docentes. Y más aún, sin la imaginación y la grandeza de sus líderes sindicales.


Fuente: lapoliticaonline.com