domingo, 21 de junio de 2009

Feliz Día del Padre!!!



... para todos los que somos, para los que tienen, para los que no y lo recuerdan (el de arriba, obvio, era el mío).
Está bueno ser papá y aunque después de 4 años ya me había olvidado de lo que era no dormir, cambiar pañales y escuchar interminables llantos, un solo gesto es suficiente para minimizar cualquier fastido.
Nuestros hijos son tambien en parte proyectos o "empresas" que deseamos que prosperen y para ello es necesario que mientras los guiamos seamos capaces de separar y dejar de lado aquellas negatividades que pudimos haber vivido como hijos y que tal vez nos marcaron o influenciaron.
Yo a mi viejo lo extraño. A veces, no siempre. Y sólo sus aspectos positivos.
Lamento que no haya conocido a sus nietas y lamento que ellas no hayan podido gozar y nutrirse de su intelecto y cultura.
Agradezco que no conozcan, ni por asomo, cosas que mi papá decidió que viviera. Cosas que en público yo pedía para mis adentros que no pasaran y cosas en privado que prefiero no recordar.
Y me jode no extrañarlo siempre. Y aunque nunca lo hablé con nadie -y ahora decido contárselo a todos- siento que no soy el único en esta situación, difícil de dirimir.
Para atrás ya no se puede hacer nada. Y si no hubiera tenido hijos, la historia hubiera terminado con un sabor amargo, por más buena persona que yo pueda llegar a ser.
Por eso está bueno ser papá, porque -al menos para mí- ellas me permiten exorcizar a los fantasmas que me llevaron por caminos que tengo bien en claro, ellas no van a caminar.
Seguramente no voy a ser el papá perfecto y voy a cometer muchos errores, pero otros... ésos no. Porque para no repetir una historia, me considero suficientemente inteligente... y gracias a quién?... a mi Papá.

2 comentarios:

  1. Recuerdo cada vez que pasábamos de visita por la casa de Florida, la explosión afectiva del abuelo Julio como una epopeya indeleble en mi niñez. Cuando se abría la puerta y miraba para arriba a ese señor alto y esbelto, que desbordado de alegría, me alzaba y me abrazaba como una almohada de plumas, haciéndome sentir como un Príncipe Poderoso e Inmortal...No tuve el honor de poder disfrutarlo de grande, y nutrirme de su frondosa cultura y grandeza intelectual. Pero al día de hoy, la luz de su temperamento apasionado, sigue guiando como un faro lejano, el rumbo de aquellos que entendimos lo que es una vocación. Muy afortunado tu post para recordar al gran abuelo Julio: arquitecto primario de los recuerdos más felices de mi infancia.

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  2. Gabo, no hay "manual del Padre bonaerense", así que hay que ponerle onda y tratar -dentro de lo que a uno le sale- ser el mejor papá posible. Es una lucha y como tal, hay que darla. Pero la recompensa por ser padre es -humilde opinión- infinitamente satisfactoria. Yo también extraño a mi papá, muchísmo. Pero trato de tenerlo presente, sobre todo a través de las cosas de él que apropié. Un abrazo y feliz día

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